La muerte de mil 400 profesionales de la salud y más de 104 mil enfermos de covid-19, reportados hasta este momento, no evidencian que México ocupe el primer lugar de decesos del personal sanitario como indicó Amnistía Internacional, aseguró el director general de Epidemiología de la Secretaría de Salud, José Luis Alomía Zegarra.

Esto porque, explicó en la conferencia de prensa vespertina sobre la pandemia de Covid-19 en México, las cifras no están por encima de la media de los fallecimientos o contagios de la población en general, por lo cual no se podría pensar que “es un riesgo ser un profesional de la salud en México porque estaría falleciendo o enfermando”.

De ese modo, explicó que del 100% de los trabajadores de la salud que se han contagiado con el virus SARS-CoV2 causante del covid-19, a nivel nacional, el 93% desarrolló la enfermedad leve y 7% la grave, lo cual quiere decir que “este grupo específico enfermó gravemente mucho menos en comparación a la población en general”, indicó.

Por eso, consideró que no se pueden hacer comparaciones fehacientes sobre las muertes del personal de la salud en México y otros países, como Brasil o Estados Unidos porque, incluso, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha señalado, en sus cifras oficiales, que no todos los países de la región reportan las defunciones de sus profesionales de la salud.

“Entonces, de entrada si no todos los países reportan defunciones de profesionales de la salud el dato tendría que ser acotado y comparado solamente entre los países que reportan y no podríamos decir: ‘mundial’, ‘internacional’ o ‘de toda la región’”, comentó.

Sin embargo, para México destacó que hay dos indicadores importantes. El primero tiene que ver, precisamente, con la proporción de este grupo que, en su momento, desarrolló enfermedad grave, en comparación con la población en general y la enfermedad grave se presentó en, al menos, 25% de esta población en general, cifra destacable porque el sistema de vigilancia epidemiológica en México se enfoca a la enfermedad grave, indicó.

Si “el grupo de profesionales de la salud, solamente 7% porque el 93% desarrolló enfermedad leve, entonces, solamente el 7% de los profesionales de la salud, a nivel nacional, de todos los casos que tenemos hasta el momento confirmados de covid-19 desarrolló enfermedad grave, 7% , esto quiere decir que, este grupo en específico, enfermó gravemente mucho menos en comparación a la población en general”, insistió.

El otro indicador para el caso de México, añadió, es precisamente la letalidad en este grupo de profesionales de la salud, pues el total de letalidad entre los que fueron confirmados con covid-19 con una prueba PCR positiva y el grupo que falleció a consecuencia de la enfermedad es de 3.8%

“Esto que quiere decir, que el grupo de profesionales de la salud fallece mucho menos que la población en general”, reiteró.

Desde su perspectiva, lo anterior se refiere a que este grupo de profesionales de la salud se está protegiendo de enfermar más grave o fallecer, aunque “tiene cargas similares de comorbilidades como obesidad, hipertensión o la diabetes que la población en general”.

En ese tenor, dijo que desconoce si estos mismos lineamientos o enfoques de vigilancia epidemiológica al personal de la salud se estén llevando a cabo en otros países de la región o del mundo.

Al ser cuestionado si la Secretaría de Salud tendría un plan para contratar a más personal de la salud no solo para esta emergencia sanitaria, Alomía Zegarra recordó que ha habido un déficit de trabajadores desde hace varios años para atender la salud de la población y que se estimó era de 240 mil trabajadores.

“En lo que va de la epidemia en México y por efectos de la misma, es decir, para poder generar la atención necesaria de las personas que, en su momento están enfermando de covid-19, también nos han actualizado una cifra por parte del Insabi donde, hasta el momento, se han contratado más de 50 mil profesionales de la salud, esto, lógicamente, todavía no se acerca a ese déficit histórico que se tiene”, agregó.

El funcionario recordó que, en la conferencia mañanera de este jueves 3 de septiembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador comentó que todas estas más de 50 mil personas contratadas para efecto de la atención de la epidemia van a permanecer en el sistema de salud.

“Es decir, ya es un primer paso y es un gran paso. Estamos hablando de que si el déficit es de 240 mil y son 50 mil, es al menos la quinta parte de lo que se requiere. Estamos dando un primer paso en este 2020 para poder empezar a disminuir la brecha que se requiere de cantidad de profesionales de la salud”, comentó.

Otra estrategia que se ha puesto en marcha, señaló, fue la necesidad, expuesta en esta pandemia, de médicos especialistas, sobre todo en las áreas que se han requerido por las complicaciones que produce el covid-19, “pero de seguro, como se tienen en estas áreas se tienen en muchas otras”, resaltó.

Por eso, anunció que a partir del 2021 y eso ya se está planificando desde ahora, el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), mediante la coordinación Nacional Médica que dirige Alejandro Svarch Pérez, incrementaran las becas para especialistas en México, duplicando el número de plazas para su formación.

“Para cuando esta administración esté a punto de terminar, en 2024, se va a contar con al menos el doble de especialistas que en un momento se pudiera haber tenido si no se hubiera llevado a cabo esta estrategia.

“Así, también, se habló de las oportunidades que se les está dando a todos estos profesionales de la salud de especializarse en el extranjero. Es una programación que no solamente se va a quedar ahí, sino que año con año se pretende vaya creciendo y va a ir de la mano con las plazas que las diferentes universidades del país destinan a la formación de los profesionales de la salud y continuar cerrando la brecha”, celebró.