A pesar de los choques financieros derivados por la pandemia del coronavirus, México aún tiene acceso y cumple los criterios para acceder a la Línea de Crédito Flexible (LCF) del Fondo Monetario Internacional (FMI) por 61 mil millones de dólares, informó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

La LCF es un mecanismo de financiamiento que el país tiene con el organismo extranjero desde noviembre de 2019, el cual sirve para mitigar impactos económicos y preservar la estabilidad de las finanzas públicas.

Según el FMI, México puede acceder a este préstamo porque cuenta con un nivel de deuda sostenible, tiene una inflación baja, buenas reservas internacionales, al igual que un sistema financiero robusto, con una supervisión efectiva, y un historial favorable en los mercados internacionales.

“El FMI afirma que, ante los choques asociados a la pandemia de Covid-19, la economía ha demostrado resiliencia como resultado de la gran solidez de las políticas y los marcos de políticas institucionales”, dijo la dependencia federal en un comunicado conjunto con el Banco de México (Banxico).

Arturo Herrera, titular de la SHCP, explicó que México nunca ha hecho uso de los recursos de la LCF, pero se considera a este instrumento financiero como “precautorio” para riesgos externos imprevistos con el fin de preservar la estabilidad económica.

Organismos privados como el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) o la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) han insistido en que el gobierno federal tiene que hacer uso de este crédito para paliar los daños por la crisis sanitaria.

Sin embargo, la promesa del presidente Andrés Manuel López Obrador es que no se tiene que endeudar más al país, a pesar del cierre de grandes empresas o pérdidas de empleo como en los últimos meses.